Transporte neumático y fluidificado

Transportar neumáticamente un producto a granel es, a groso modo, introducir un producto granular o pulverulento en una corriente de aire, que circula a lo largo de un conducto.
Las ventajas de este tipo de transporte se basan fundamentalmente en la facilidad para el trazado de las líneas de transporte, la facilidad para la recolección de productos desde distintos puntos y de distribución a varios destinos utilizando una misma línea común, el bajo mantenimiento, el poco espacio ocupado, un montaje sencillo y económico y la limpieza.
Un sistema de transporte neumático consta de un elemento generador de presión (Soplante, ventilador o compresor) un alimentador (esclusas rotativas, inyectores o depósitos presurizados), la línea de transporte (tuberías, bifurcaciones, válvulas...) y el elemento Separador del sólido-aire (filtros o ciclones).
Atendiendo a la relación entre el peso del producto y el peso del aire transportador, se pueden distinguir 2 tipos de sistemas:

  • Transporte en fase diluida: Se requieren grandes volúmenes de aire a alta velocidad. Se utiliza para altas capacidades de transporte y productos que no sean frágiles o abrasivos y con pocos problemas de disgregación.
  • Transporte en fase densa: El volumen de aire es bastante menor, el sólido se transporta por empuje haciendo paquetes, se requiere por tanto una mayor presión y un volumen significativamente inferior de aire. El consumo energético y la velocidad de transporte y por consiguientes los desgastes son menores. Se utiliza para bajas capacidades y productos frágiles o abrasivos o en los que la disgregación sea un factor admisible. Evita también la rotura por rozamiento.